miércoles, junio 25, 2008

Tierra a la vista (para mis padres)

En océanos cian de iniquidades,
de ron hiel, de ultrajes de chaqueta,
de Luzbel, de fanfarria y pandereta,
derrotas victoriosas y saudades,
de toros que se cortan la coleta,
de dobles mentiras, medias verdades,
de cuartos de principio y de mitades
zozobra a la deriva mi goleta.
Qué falaz la aritmética mundana
proclive al resultado de una cuenta
que no suma piedad a la tormenta.
Qué fácil con vosotros que mañana
no peligre la vida del artista
y al fin pueda exclamar tierra a la vista.

lunes, junio 23, 2008

Acertijo

Hoy vuelvo a ser vate del malevaje
que confía a tu instinto su poesía
rindiendo más que nunca pleitesía
a la pieza central del engranaje.

Como la tierra es para quien la labra
así el premio, que no digo pero elijo,
es para quien resuelva este acertijo
-comprometida queda mi palabra-:

"De don la tilda aquel que la disfruta
te alabamos, Señor, si de Dios eres
contigo juega el poeta al estrambote.

Tu turno hace más limpia la disputa
te llevan escondida las mujeres
en un pacto de honor con el escote".

jueves, junio 19, 2008

En la calle

Regamos con vinagres los gaznates,
morimos con la vida en los talones,
afinamos al sol los corazones,
vencemos a la luna los combates,
arrostramos la feria de dislates
de este mundo con buenas intenciones,
trovamos el romance y las canciones,
jugamos en la fila de los vates,
sabemos perder sueños, ganar años,
quebramos con razones los pestillos,
esputamos hiel sobre los anillos
y aunque a veces salimos a la casa
para no descuidar ningún detalle,
seguimos encerrados en la calle.




miércoles, junio 18, 2008

Escondite

I

Te busqué en el pie del azucarero
en los bolsillos de la cafetera
entre los enchufes de la bañera
en el mando a distancia del florero.

Te busqué en las perchas de la guantera
en las gafas de sol del cenicero
en los calcetines del fregadero
entre los pliegues de la papelera.

Te busqué en el cajón de la fregona
en la balda central de la cortina
en la cara de atrás de las monedas

dentro del botiquín de la bombona
en el retrovisor de la oficina
te encontré en el retrete. Te la quedas.

II

Me buscaste en el grifo de la escoba
en el espejo de la lavadora
en el pijama a rayas de la aurora
en las enredaderas de la alcoba.

Me buscaste en la sal de los terrones
en el reproductor de servilletas
en el exprimidor de las galletas
en el trifásico de los sillones

detrás de las persianas del cuchillo
en el interruptor de los zapatos
en todas las nanas de la cebolla

en el burdel de timbres del tresillo
en las paredes del portarretratos
me zurraste y no era yo. Has roto la olla.



martes, junio 17, 2008

Brindis II

I

Brindo fiel a mi torpeza
como siempre con mi sombra
por la copa que te nombra
por el vino que te reza.

Por los besos que no pido
por los que nunca te he dado
por estar (si hubiera estado)
y por ser (si hubiera sido).

Brindo por los calzonazos
que inventan falsos amores
que nacen hechos pedazos.

Por el olor de las flores
marchitas de tus abrazos
por el fin de mis temores.

II

Brindo por el desatino
cobarde de los veletas
por el perfil de unas tetas
sin el push up clandestino.

Por la canción del pirata
por un sentido te quiero
que no apeste a vil dinero
por la bala que me mata.

Por el IPC y el IVA
por el caviar que he cenado
a pesar de mi saliva

por la fruta del pecado
que una vez mordió la diva
que se acostaba a mi lado.

III

Con la penúltima brindo
por la estulticia profana
las hojas de marihuana
la pulpa del tamarindo.

Por los sabios que corroen
por los necios que cavilan
por el I want you de Dylan
por la Susana de Cohen.

Por las grietas del decoro
por la gata que maúlla
las seis letras del tesoro.

Por mi voz que ya no es tuya
y hoy grita con todo el coro
sin vacilar ¡aleluya!

IV

Brindo por las humedades
que se adhieren a mis versos
por los cristianos conversos
al dios de mis soledades.

Por el día en que las musas
rectifiquen mi apotema
por la cera que no quema
por la fe de las intrusas.

Por los sueños del desvelo
por los insomnios dormidos
por veranos sin calor.

Por vernos en el subsuelo
pertinaz de los vencidos
knock knock knockin' on hell's door.





viernes, junio 06, 2008

Poesía (soneto para una despedida)

Poesía, el mar de spray de PilarA,
poesía es la utopía de eme jota,
reír más cuanto más briosa me azota
la tempestad de grillos en la cara.

Poesía es subirse a la canoa
de J@V¡€® y remar con persistencia
poesía, el secreto de la ciencia
de Mario, de Celaya y de Pessoa.

Poesía es trepar hasta tu escote
y quedarse colgado en un pezón
(antes de irme a empinar el papalote).

Poesía es nadar en la epidemia
del verbo y contagiarte la emoción
(antes de hincar rodilla en la academia).

martes, junio 03, 2008

Brindis I

I

Brindo a brazo partido
conmigo mismo en secreto
por la luna en allegretto
y el sol bemol sostenido.

Por lo que dices que dice
tu boca sobre el papel
por los ojos de Michelle
por las piernas de Charlize.

Por el pito del sereno
y el coño de la Bernarda,
por los huevos de Tejero

escalfados en veneno,
por el esperma que tarda
en salir del agujero.

II

Por el gol de Maradona
por el bofetón de Rita
por cada beso que quita
una espina a mi corona.

Por las vistas desde popa
por los versos de Sabina
por eso que se me empina
cuando te quito la ropa.

Por las gordas de Botero
por lo que esconde tu falda
por las trenzas de tu pelo

por el cobijo que espero
donde termina tu espalda
y empieza a clarear mi cielo.

III

Con la última copa brindo
contra el olor que despido
por ganarme en un descuido
tu lunar, cielito lindo.

Por los guiños del azar
por las trampas del destino
por la botella de vino
que me acabo de soplar.

Por disfrazarme de amante
y hacerlo, al piano Piazzolla,
baby right here on the floor

hasta que el cuerpo lo aguante
y después guardar la cola
knock, knockin' on heaven's door.




lunes, junio 02, 2008

En la ciudad de Silvie

Basta con que me soples si me quemo
que vivas por él si mueres por mí
hace tantas corrientes que no remo
que olvidé que no tengo pedigrí.

Me basta el ciego afán de aquel demiurgo
de los perseguidores amateurs
que recorren buscándote Estrasburgo
por si un día vuelves a Les Aviateurs.

Basta con dos palabras: ven conmigo
para perdernos por las azoteas
(j'espere que vous trouvez Silvie, año cero

desde el recuerdo a lápiz de un testigo)
y escribir torcido cuando no me veas
sobre cualquier pared "Laura, te quiero".

Pequeños caprichos (en colaboración con Pilar A.)

Dar a tu boca cerezas de mayo,
fulgor a tus poros con geles de miel,
violar los estambres a himno de tallo
que hondos decoran la flor de tu piel.

Regar tu jardín con mareas de sake,
naufragar en tus besos oportunos,
aliviar con caricias el ataque
que antecede a todos los desayunos.

Clausurar la ventana de tus ojos
al secreto susurro de las olas,
elevar tus sueños sobre mis nichos.

Matar con tu paciencia mis enojos
y morir de amor bajo las farolas...
grandes palabras, pequeños caprichos.

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