miércoles, septiembre 08, 2010

La Dánae de Klimt (inventario voyeurista)

De cárdeno organdí salpimentada,
rociada de un incienso embriagador,
no hubo virgen más puta alrededor
ni diosa por los dioses más amada.

Una lluvia eficaz de mies dorada
y semen rubio inunda el colector
de tu sueño, ¡oh, Zeus progenitor!,
preñándote el caudal con la alborada.

Y así, feto a babor, mientras te tocas
el sexo con fruición de pizpireta
y ocultas con tus dedos como bocas
el cofre de tu pecho, mi bragueta
y su fiebre festejan como locas
la tímida eclosión de la otra teta.





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